En 1967, un grupo de vecinos de la colonia Jardines de la Asunción, deseosos de que en ella hubiera servicios religiosos, pidió al Pbro. Jorge Hope Macías encabezara los esfuerzos para la construcción de una capilla, empezó celebrando una Misa los domingos, en un terreno destinado para parque, bajo un toldo de lona.
En 1968, siendo Presidente Municipal Don Juan Morales, se logró que dicho terreno fuera cedido para edificar allí la iglesia.
El Padre, acompañado de alguno de los miembros del Comité Pro Construcción de la capilla, que estaba formado por Don Carlos Neri, Don Heliodoro Martínez, Don Carlos López Aparicio, el Ing. Gonzalo González Hernández, Don Eduardo Luján, Don Antonio Nájera, Don Manuel Soto Laguno, Don Claudio Ortega y el Dr. Enrique fondo, hizo visitas a las familias que allí radicaban, pidiendo cooperación para la construcción.
Lo primero en construirse fue un salón de juntas, en el que provisionalmente se celebraba la Santa Misa. La obra negra de la capilla, quedó terminada en 1971.
De la decoración interior, lo primero que se puso fue el piso de mármol. El campanil comenzó a construirse en 1976, casi en su totalidad fue costeado con la venta de pasteles que confeccionaba un grupo de señoras.
En 1978 se encargó al escultor de origen italiano Don Octavio Ponzanelli Conti la realización de la hermosa escultura de Nuestra Señora de la Asunción, la cual se colocó y se bendijo el día 27 de septiembre de 1980.
En 1982 se estrenó el órgano. Posteriormente mediante donativo se adquirió la escultura de Nuestro Señor Jesucristo. En cuanto al magnífico Viacrusis fue tallado en Italia y adquirido en los Angeles, California. Los vitrales de las cuatro puertas y del plafón central, se elaboraron en Encarnación de Díaz, Jal. y se colocaron en octubre de 1987.
Durante el tiempo en el que nuestra Comunidad fue creciendo, se fue dando poco a poco, una bonita y armoniosa unidad entre el Padre Jorge Hope, la Comunidad y las personas que servían. Cuando llega el momento de ser una parroquia, debía llegar un Párroco, el Padre Jesús Tinajera. El Padre Chuy debido a su carácter tan dulce, tan apacible, tan firme y seguro, y además de su manera de ser tan espiritual, hizo que se ganara el aprecio y la confianza de la gente. Los días que duró como Párroco fueron pocos, apenas un año y meses, porque el Señor lo llamaba por otros caminos, ser Misionero, eligió la vestimenta humilde, realizar trabajos sencillos como recoger hojas de los árboles sin importar lo lastimado que pudiera resultar con esos trabajos. El poco tiempo que estuvo en la Parroquia bastó para darnos cuenta de la bondad, la comprensión, la paciencia y la imparcialidad que tenía para con todos. Sin dejar de percibir su profunda espiritualidad. Patricia Patrón Marañón.
Su ministerio comenzó por conocer la realidad de la parroquia elaborando un censo en el que participamos varios voluntarios y ésto nos permitió tomar el pulso de nuestra realidad. Y en ésta se descubrió que había muy pocos niños y jóvenes, y que la mayoría de los que formamos la parroquia somos mayores. Una de las prioridades fue hacer una asamblea parroquial en donde surgieran las diferentes pastorales. No fue tarea fácil porque era una nuestra primera experiencia. Se formó la catequesis infantil y Cáritas. El Padre Humberto era un sacerdote con ideas claras, con un gran liderazgo que logró poco a poco hacer conciencia de las tareas pastorales. Tuvo una entrega incondicional hacia la Comunidad. Con él se inició la Misa de niños, él ponía un especial interés y contagiaba su alegría. Cuando lo cambian de parroquia, los niños le hacen una despedida que lo conmueve hasta las lágrimas ya que tenía un especial afecto para ellos. Ma. del Socorro Barba González.
Vicario Episcopal de Pastoral de la Diócesis de Aguascalientes, Párroco de Nuestra Señora de la Asunción desde noviembre 6 de 2006, hasta octubre de 2014. Ordenación sacerdotal en mayo 15 de 1994. Desde su nombramiento como Párroco se vieron logros y avances en el trabajo espiritual, pastoral y litúrgico. Sin duda esos logros son fruto de la presencia del Espíritu Santo, pero también de la entrega generosa a su ministerio, por el testimonio y su confianza en Dios. Durante los 6 años se trabajó con más orden, objetivos claros y bien planteados, lo cual permitió el desarrollo y crecimiento de los trabajos pastorales que se desprenden del III Plan Diocesano de Pastoral. Promovió un parroquia participativa que creció en armonía, coordinación y que poco a poco fue dando frutos. La actitud del Padre siempre fue de escucha, motivación, libertad en el trabjo, creatividad, etc. Formó una Comunidad más madura que descentralizó el trabajo. Otro de los frutos fue la sectorización y las pequeñas comunidades, donde se dio la formación de agentes. El Padre Javier supo valorar y llevar a cabo muchas de las iniciativas que la misma Comunidad le propuso. Generó de manera gradual una mayor participación de la Comunidad y también hubo mejoras en las instalaciones.
Fue ordenado Sacerdote, por el V Obispo de Aguascalientes Dn. Rafael Muñoz Núñez, un 18 de Mayo de 1997. Inició su ministerio de Párroco en la parroquia de la Asunción, el 13 Octubre de 2014. Tal vez su más grande acierto, ha sido continuar con la labor tan loable que iniciaron sus predecesores desde el inicio de la Comunidad, hasta la misma consolidación en años recientes. Podremos enumerar algunas de las cosas innovadoras en este periodo de trabajo:
El P. Ricardo es un convencido de que el trabajo en la Comunidad Parroquial deberá estar siempre en sintonía con las directrices indicadas por la Iglesia Universal, y en profunda comunión con la Iglesia Diocesana: siguiendo las huellas del IV Plan Diocesano de Pastoral, e iluminados por el III Sínodo Diocesano.